Si visitas este rincón de internet con cierta frecuencia, seguro que ya has notado que somos fans de la gente de trendwatching. Siguiendo su costumbre, han presentado el informe anual en el describen las tendencias de consumo más relevantes para 2015. Como creemos que la mejor manera de afrontar el futuro es prepararse en el presente, nos ponemos los ojos de ver de lejos y empezamos a pensar cómo puede una empresa poner en práctica al menos alguna de las tendencias que ellos destacan.
- Aprendizaje inmediato. Los consumidores están cada vez menos preocupados por lo que pueden comprar y más por lo que pueden hacer ellos mismos. Todo lo que disminuya las barreras para la creación y les permita realizar un producto final de calidad va a encontrar a una audiencia entusiasta; piensa en Instagram y en cómo ha hecho florecer millones de fotógrafos.
Empresas que ya lo están poniendo en práctica: Palate Home, un dispositivo equipado con un sensor que permite cocinar la carne al punto que le indiques o SeedSheet, un servicio por el que los usuarios revelan la ubicación de su jardín y a cambio reciben el listado de las plantas que crecerán mejor y se les envía una “alfombra” que incorpora las semillas elegidas y que solo hay que desenrollar sobre el terreno y regar.
- Servicio acelerado. El tiempo es oro y cada vez más los consumidores esperan un servicio rápido de las marcas en las que se gastan mucho dinero. Una manera de lograr aumentar la velocidad de tu servicio es creando un ‘canal’ aparte para tus clientes más sensibles a la espera.
Por ejemplo: la cadena de comida rápida Taco Bell permite realizar el pedido y pagar por adelantado; al llegar al restaurante ya tienes tu comida esperándote. El parque de atracciones sueco Liseberg ha lanzado una app para su montaña rusa Helix: los que están haciendo cola en esta atracción pueden jugar a un juego diseñado ad hoc y, cada 15 minutos, el jugador con una puntuación más alta pasa a ser el primero de la cola.
- Por fin te has decidido a aceptar pagos online. Enhorabuena. Tristemente, esto ya no va a ser suficiente. Lo que realmente le gustará a tus clientes es que puedan compartir los gastos y que sea fácil. Puedes seguir el ejemplo de la aseguradora británica Guevara, que permite a sus clientes crear un grupo de amigos de confianza con los que compartir premiums que si no se utilizan en el año en curso pueden usarse para cubrir sus gastos del año siguiente. O el servicio de coches Lyft que con su servicio ‘Lyft Line’ permite que los usuarios se ahorren hasta un 60% si están de acuerdo en recoger a otros viajeros durante su trayecto. Pregúntate cómo convertir un momento doloroso para tus clientes (el pago) en algo placentero. Ahí es dónde se esconde tu caballo ganador (y diferenciador).
Ya no se trata solo del internet de las cosas sino del internet de las cosas compartidas. Te lo explicamos con ejemplos: Umbrella Here es un dispositivo Bluetooth que se coloca encima de los paraguas; cuando llueve, gracias a una app, avisa a otros peatones de que tú estás dispuesto a compartir tu paraguas con ellos. O la empresa de San Francisco Breather, que permite a sus usuarios alquilar espacios urbanos durante 30 minutos en los que pueden cargar su móvil o trabajar. Después de hacer la reserva, el inquilino temporal tiene acceso a la ubicación mediante la tecnología NFC de su teléfono móvil.
- Branded government o las marcas que llegan donde los gobiernos no. ¿Te suena la palabra “recorte”? Casi a diario leemos noticias de algún servicio proporcionado por el gobierno que se reduce, o aún peor, desaparece. Por eso, los clientes agradecerán que, como marca, intentes tener un impacto real en la sociedad y fomentes iniciativas cívicas. Pero ¡ojo!, si parece que lo haces solo por publicidad, va a ser como escupir hacia arriba. El compromiso social tiene que ser parte de tu filosofía corporativa. Mira si no a Easy Taxi, que como respuesta a la epidemia de ébola se ha asociado con Dettol para ofrecer clases a los conductores de taxi nigerianos para que puedan detectar y prevenir la enfermedad a la vez que se les anima a que compartan esos conocimientos. O Connected Citizens, un servicio de la plataforma de datos Waze que ha creado un programa de intercambio de datos con diversos gobiernos alrededor del mundo para mejorar las condiciones de tráfico urbanas. Entre sus socios, una ciudad española: Barcelona, además de Los Ángeles o Tel Aviv.
- Monedas de cambio. Piensa en cómo los dispositivos que llevamos encima, y sobre todo nuestros teléfonos móviles, pueden ayudar a tus clientes a conseguir premios, descuentos o incentivos personalizados que a la vez les ayuden a lograr un objetivo que se han marcado. El banco ruso Alfa-Bank, por ejemplo, ha lanzado una cuenta que bonifica a sus propietarios cuando hacen ejercicio físico. El usuario conecta su fitness tracker al servicio y por cada paso realizado se transfieren fondos de esta cuenta a la cuenta de ahorro que devenga más intereses de los que se consiguen normalmente. O Fietmodus, una iniciativa lanzada por el gobierno holandés para promover que no se use el teléfono móvil mientras se circula en bicicleta. Cuando el usuario se conecta, éste consigue puntos que puede redimir por premios.
- Sympathetic pricing. De esto ya te hemos hablado. ¿A qué esperas para ponerlo en práctica?
- Robolove, o lo que es lo mismo, no utilices los robots únicamente para reducir costes, úsalos también para aumentar la satisfacción de tus consumidores. Se trata de librar a tus empleados de las tareas más monótonas para que puedan dedicar más tiempo a objetivos más valiosos y que les produzcan mayor satisfacción. Fíjate en el servicio que ofrece el aeropuerto de Düsseldorf. En lugar de aparcar, entregas tu coche y el robot se encarga de depositarlo en uno de los espacios disponibles. A tu vuelta, como el sistema está conectado a la base de datos de los vuelos, encuentras tu coche listo y esperando a que te lo lleves.
- Tienes que posicionarte como marca, y no nos referimos al posicionamiento de mercado convencional. Los consumidores actuales quieren saber qué causas apoyas, quieren que sus marcas se impliquen en asuntos que consideran importantes. Por ejemplo, Pantene India lanzó este verano una campaña de gran éxito en la que animaba a los usuarios a denunciar las promesas ridículas de muchas marcas de cosmética. O fíjate en la edición polaca de la revista Glamour que cedió gratuitamente una página de publicidad al grupo online Nie hejtuje (‘No odies’) que se dedica a propagar los efectos negativos del cyberbulling y además invitó al fundador de la organización a publicar un editorial sobre la prevalente cultura online ‘del odio’.
¿Notas la inspiración? Esperamos que sí. Recuerda, cada tendencia esconde una oportunidad, así que no esperes más y pon tu empresa manos a la obra para un próspero y solidario 2015.
¿Eres de los que ya está implementando alguna de estas tendencias? ¿Has detectado alguna que no hemos mencionado? Cuéntanoslo en los comentarios.
Aquí puedes ver el informe completo.