Ahora mismo quizá te asaltan algunas dudas: ¿Qué es el inbound marketing? ¿Cómo funciona? ¿En qué consiste? ¿Cómo usan las marcas esta técnica?
Vamos paso a paso.
¿Qué es el inbound marketing?
El inbound marketing se define como el conjunto de técnicas que permiten que los clientes potenciales te conozcan y se interesen por tus productos en el entorno digital.
Son técnicas no intrusivas, en las que es el propio cliente el que se siente interesado por tus productos y se acerca a ti −y no al revés, como sucede en el outbound marketing, que es intrusivo y se “atosiga” al cliente−. Es como cuando conoces a una persona: si te insiste mucho, igual no le haces caso, es un pesado, nos agobia. Igual era guapo o guapa y todo eso, quizá hubiera podido gustarme, pero me ha dado tanto la paliza, que paso de él o ella. Sin embargo, aquel o aquella que va sembrando poco a poco, que va mostrando sus encantos y tiene buena conversación, es el que triunfa con su mensaje.
¿Cómo funciona?
Tomando como base 3 pilares fundamentales: el marketing de contenidos (me cuenta cosas interesantes que aportan valor), el social media marketing (cómo hablas, cuál es tu personalidad, cómo te comunicas) y el SEO (posicionamiento), coordinados y trabajando en pos de una estrategia global perfectamente definida e integrada.
Esto hace que nuestra marca sea fuerte a nivel online, se nos conozca y lo más importante: se deseen nuestros productos.
¿En qué consiste?
El inbound marketing consiste en 5 puntos básicos:
- Lograr una mayor tasa de tráfico en nuestro e-commerce (venid a mi landing, que mola mucho).
- Convertir ese tráfico en leads (apuntaos aquí, que os mantengo informados de cositas interesantes).
- Que esos leads se transformen en clientes (consumidores).
- Fidelizar a esos clientes para que vuelvan a nuestra tienda (te gusto y lo sabes, por eso vas a volver).
- Que además de ser clientes fieles, recomienden a su vez nuestros productos, convirtiéndose en prescriptores de nuestra marca (que hablen de lo majos que somos, lo bien que lo hacemos y los productos tan buenos que tenemos).
¿Cómo usan las marcas el inbound marketing?
Las marcas han de seguir los siguientes pasos:
- ATENCIÓN: Conseguir captar la atención de los usuarios (clientes potenciales). De entre todos los productos, marcas y servicios que circulan por la red, nuestro carácter, nuestra manera de comunicar (a través de nuestras páginas en redes sociales), los contenidos que hemos ido generando (brand content o marketing de contenidos), la visibilidad que hemos logrado, el posicionamiento e imagen de marca (SEO / SEM), han logrado que algunas personas pongan sus ojos sobre nosotros.
- INTERÉS: Una vez que hemos logrado captar la atención, conseguimos generar un interés. Después de mirarnos, nos leen, hablan con nosotros, nos dan algún like, buscan en nuestra landing page. Hemos conseguido hacerles tilín.
- DESEO / ATRACCIÓN: Van conociendo los productos o servicios que ofrecemos, ven las opiniones de la gente que los usa (una buena estrategia también es usar el marketing de influencers, pero que no se vea el plumero). Entonces el interés se convertirá en deseo de usar y experimentar nuestros productos.
- ACCIÓN / CONVERSIÓN: Después del deseo siempre llega la acción. En este caso la acción se traduce como acción de compra (conversión).
- DELEITE / PRESCRIPCIÓN: Una vez que el producto está en el hogar casa del cliente, la experiencia continúa. Llega lo que denominaríamos el deleite. Y donde el cliente compartirá su experiencia y donde tendremos que trabajar para que regrese a nosotros, y no se quede todo en un rollito de discoteca o en un amor de verano.
Las marcas que quieran triunfar con el inbound marketing o cualquier tipo de tendencia (o de relación), tendrán que estar al día de novedades, ajustarse con velocidad al cambio en las formas de consumo de los usuarios, analizar los resultados de sus acciones y tener capacidad de adaptación. Vamos, que las marcas tienen que currarse el romance. Además es un trabajo importante de planificación, gestión, generación de contenidos, coordinación y atención. Sin embargo, el esfuerzo habrá merecido la pena, porque conseguiremos enamorar a nuestros clientes. ¿No es eso lo que siempre hemos deseado?