Seguro que en muchas ocasiones has oído eso de… “¡eres todo un relaciones públicas!”, dirigiéndose a aquella persona que sabe cómo proceder en cada situación y que siempre está en su lugar. Diciendo siempre lo que toca; sin hablar de más y sin quedarse corto.
Las relaciones públicas en el ámbito de la comunicación es una disciplina que engloba todos los procesos y niveles comunicacionales de una estructura. Tener una estrategia continuada en el tiempo y coherente es fundamental para el beneficio de productos, servicios e ideas.
Una buena estrategia de relaciones públicas puede tener muchísimas ventajas; y si se construye de forma sólida y consistente es un esfuerzo que requiere de muchísima menos inversión que la publicidad y que sin embargo puede ser también altamente efectivo.
Las relaciones públicas se han de entender como un proceso global, no como un esfuerzo de one shot. Y lo que es más importante, se han de tener presente en todos los eslabones y estratos con los que una compañía se relaciona. Pongamos unos ejemplos para definir en qué niveles puede actuar una buena estrategia de relaciones públicas.
Buena relación con los medios de comunicación:
Si lo que queremos es que un trabajo continuado con la prensa dé sus frutos es importante entender que nos encontramos ante una carrera de fondo. Detrás de los medios de comunicación hay personas, por lo que humanizar los procesos se convierte en algo imprescindible. Disponer de una base de datos actualizada y cuidada es básico, así como dirigirnos a esos contactos con respeto y consideración.
No hay que olvidar que las relaciones públicas no son publicidad, por lo que no hay que dar por hecho que los medios tienen que publicar nuestra noticia sí o sí, con un tamaño determinado o con las palabras que a nosotros nos gustaría.
Una buena comunicación sincera y empática ayudará a que la relación con los medios sea fluida y duradera en el tiempo.
Gestión de crisis:
Una crisis es algo en lo que a nadie le gustaría tener que pensar pero que sin embargo debe estar presente en todos los planes de comunicación y relaciones públicas. Si estamos preparados y contamos con un buen plan estratégico detrás, será mucho más fácil afrontar cualquier imprevisto que atente contra la imagen de una marca o de la compañía. Las relaciones públicas juegan un papel clave en la gestión de una crisis y contar con una planificación previa que nos ayude a saber cómo actuar llegado el momento es vital para tener reflejos y actuar con eficacia y rapidez.
Imagen corporativa | Branding:
La imagen de marca no se construye de la noche a la mañana. Cada día cuenta. Cada acción suma. Las relaciones públicas deben ir de la mano de los planes de marketing para conseguir una estrategia 360º y asentar todos los pilares imprescindibles para la consolidación de una marca de prestigio.
Generar reconocimiento de marca, diferenciarse de la competencia, apoyar lanzamientos de productos o servicios y transmitir credibilidad son algunas de las tareas en las que las relaciones públicas pueden ayudar.
¿Y en redes sociales?
Uno de los principales campos de actuación de las relaciones públicas es todo lo relacionado con las opiniones y críticas que publican los usuarios de una marca. En la actualidad hay un escaparate en el que expresar nuestra opinión que coge protagonismo por encima de cualquier otro: las redes sociales.
Aplicar una buena estrategia de relaciones públicas en la gestión de los perfiles sociales de una compañía es de vital importancia. Saber responder los comentarios positivos es fácil; el reto es configurar una estrategia que permita responder a las malas críticas de una forma coherente, educada y consistente.
Para todos estos escenarios, tan importante es saber cómo reaccionar llegado el momento como ir un paso por delante y anticiparse a cualquier situación que pueda surgir. Cada acción que emprenda la compañía, sea del tipo que sea, tendrá una reacción en el usuario. Un buen manejo de las relaciones públicas permitirá avanzarse y tener una buena estrategia para cada situación.