Se cuenta que Facebook es azul porque Mark Zuckerberg es daltónico y el azul es el color que ve mejor. La distribución de los colores de las pepitas de chocolate en una bolsa de M&M tampoco tiene que ver con el azar sino con las preferencias de los consumidores (24% azules, 20% naranjas, 16% verdes, 14% amarillos, 13% rojos y 13% marrones) y la estética del conjunto. Si lo piensas, seguro que cada color te inspira una emoción concreta.
A estas alturas, el mundo del marketing sabe que los colores conectan al consumidor con un producto o servicio más rápidamente que cualquier otra característica del mismo. El color ayuda a crear una respuesta emocional entre el consumidor y el producto y a dar forma a las percepciones y respuestas del primero sobre el último. El color aumenta el reconocimiento de marca y este concepto está directamente ligado a la confianza que el consumidor deposita en dicha marca. Y a pesar de ser una de las herramientas de marketing más importantes, lamentablemente no es universal aunque sí que podemos establecer ciertas semejanzas entre los países de cultura occidental y los orientales.
Mientras que el azul es el color corporativo más usado mundialmente y está considerado como el color que transmite más seguridad, si estamos en el sudeste asiático, el azul nos recordará a la muerte y el luto. En Corea e Irán se utiliza en los funerales, mientras que en China simboliza inmortalidad y espiritualidad.
Para la mayoría de los occidentales el rojo transmite energía, pasión, urgencia, incluso peligro. Pero en la India es el color de la pureza, mientras que en Sudáfrica es elegido para el luto.
¿Pero qué pasa con el verde? te preguntarás. Es el color de la tranquilidad, la relajación, lo orgánico, la estabilidad y, sí, también del dinero. El verde tiene que ser universal. Te equivocas. En el mundo islámico, el verde tiene importancia religiosa. Es el color del que visten los habitantes del paraíso (por eso aparece en muchas de las banderas de países islámicos) y es el color típico de las encuadernaciones del Corán. Si viajas al lejano Oriente, el verde se asocia a la enfermedad y el veneno. En China, si un hombre lleva un sombrero verde, le está diciendo a sus convecinos que es muy probable que su esposa le esté engañando con otro.
La lista continúa. Los países orientales identifican el amarillo con un color sagrado asociado a la realeza. En China, además, simboliza el honor y los valores masculinos. Mientras que en la mayoría del mundo occidental representa alegría y dinamismo, en Egipto es el color del luto. Si el target de tu producto es masculino y quieres venderlo en China, será muy positivo que utilices el amarillo, sin embargo, piénsatelo dos veces antes de distribuirlo en Egipto.
También es muy interesante observar cómo influye el color no solo en nuestra percepción del producto sino también en nuestras decisiones de compra. Performable (ahora HubSpot) realizó en su día un experimento para averiguar si el simple cambio de color en un botón de acción de una página web tenía impacto en los ratios de conversión.
Empezaron tanteando qué pasaría si el texto “¡Empieza ahora!” apareciera dentro de un rectángulo rojo o verde. La teoría dice que el verde connota ideas como “natural” y “medioambiente” y que al ser ampliamente usado en los semáforos también implica “movimiento” y “sigue adelante”. El rojo suscita emociones diferentes. Normalmente lo asociamos a excitación, sangre o peligro. También es el color que indica que nos detengamos en los semáforos. Ante tal evidencia, la suposición del equipo fue que el ratio de conversión más alto sería para la página con el botón verde. Recordemos que el color del rectángulo era lo único que se modificaba, el resto de la página permanecía inalterado.
¿Qué pasó? ¡El botón rojo superó al verde en un 21%! Un 21% más de usuarios hicieron clic en el botón rojo que en el verde. El color del rectángulo provocó ese impacto.
¿Nuestro consejo? Usa este infográfico de Kajabi a modo de guía (sobre todo si te diriges al mercado occidental), pero ten presente a qué países te diriges y si puedes hacer un test antes de tomar la decisión final, mejor que mejor.