Sumergidos en la sobredosis mediática que ha generado el estreno de la película de Tintín, os proponemos dos aproximaciones a la creación de Hergé alternativas a la propuesta de Steven Spielberg y Peter Jackson, que, dicho sea de paso, tiene un aspecto excelente.

Por un lado, el animador James Curran se postula para crear los títulos de crédito de la cinta que se estrena esta semana por si a Spielberg no se les ocurriera a quién acudir. Con un estilo de animación sencillo pero muy efectivo, hace referencia a  todas las aventuras publicadas del joven reportero. Una pieza genial.

Y, en un gran salto al pasado, una pieza de coleccionista: la primera película de Tintín. Data del año 1947, está realizada con marionetas y adapta el álbum El cangrejo de las pinzas de oro. Se proyectó una única vez, en Bruselas; sin duda algo bien diferente a lo que ocurrirá con Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio.