En los últimos años los hábitos de consumo de los usuarios se han transformado considerablemente. Cada vez son más las personas que deciden informarse o comprar online a través de su smartphone o tableta. Estos últimos meses, por ejemplo, debido a la crisis del COVID-19, la venta online ha crecido más de un 50% (CincoDías), demostrando así la necesidad de una transformación digital por parte de la marcas que aún no la hayan emprendido.

Con este cambio de panorama las marcas también tienen que cambiar el chip en lo que a comunicación se refiere. El consumidor ya no se informa exclusivamente a través de los medios de comunicación tradicionales ni resuelve sus dudas sobre un producto o servicio llamando al teléfono de atención al cliente. Ahora todos estos procesos de información los realiza a través de un solo canal: las redes sociales, y es por eso que ahora más que nunca las marcas deben focalizar sus esfuerzos en reforzar sus perfiles sociales, ya que pueden ser una gran palanca de venta.

¿Qué es el social selling?

El social selling es la forma más actual de desarrollar y crear relaciones con el cliente potencial de la marca. Actualmente, las redes sociales son el punto de encuentro con el consumidor que está listo para comprar por lo que es de vital importancia establecer una relación con él e intentar facilitarle la vida y cumplir sus necesidades.

Debido a la gran cantidad de inputs online que reciben los consumidores a diario, las marcas no se pueden limitar solo a publicar mensajes en las redes sociales, ya que muchos de estos mensajes resultarán obviados por los usuarios. Lo que el social selling intenta es que las marcas establezcan una relación con el consumidor, lo conozcan en profundidad y le impacten con una solución cuando más lo necesite, creándole así la necesidad de compra.

Consejos para conseguir un buen social selling:

 

1. Crear una comunidad afín a tu marca.

Que las redes sociales de tu marca generen una comunidad afín a tu producto o servicio es esencial para que tu trabajo en redes se convierta en posibles ventas. Una de las mejores opciones es a través de campañas de inversión. El éxito de estas campañas de inversión lo determinará la segmentación que se haga. Es muy importante dirigir todos nuestros esfuerzos hacia captar exactamente nuestro público objetivo, ya que si queremos conseguir un gran volumen de seguidores sin importarnos sus características no vamos a obtener ninguna conversión. Es mejor tener pocos seguidores, pero de calidad, que muchos y de poca calidad.

 

2. Crear una conversación con el usuario.

Hacer un like, un retweet o compartir es una tarea muy fácil y que cuesta muy poco pero no nos podemos quedar aquí: es importante establecer un diálogo con aquellos usuarios que interactúan directa o indirectamente con nuestros perfiles sociales. Crear conversaciones con los usuarios es ideal para aumentar nuestro engagement y alcance: cuanto más interactuemos más gente nos verá.

Además, es fundamental contestar en el menor tiempo posible todos aquellos comentarios que los usuarios hagan llegar a la marca. Los comentarios sin contestar suponen ventas perdidas y mala reputación digital por parte de la marca.

 

3. Escucha activa.

Crear listas de seguimiento de hashtags, temáticas concretas o usuarios puede ser una gran forma de encontrar personas a las que les pueda interesar nuestra marca o servicio. Los usuarios dan señales de compra en todo momento por lo que estar al tanto las conversaciones que se generan en redes sociales es clave.

 

4. Crear la intención de compra a través de influencers.

Los influencers se han convertido en los principales prescriptores de los usuarios. Cuántas veces hemos leído que un influencer ha publicado una foto con un producto determinado (ropa, complementos, electrónica…) en su perfil de Instagram y el artículo en cuestión se ha agotado en pocas horas.

Acordar colaboraciones con influencers puede ser una buena forma de generar una necesidad de compra entre los usuarios, por lo que pueden ser una buena manera de incrementar las ventas a través de tu marca.

5. Activar herramientas de venta directa.

Las redes sociales han comprobado cómo ha ido creciendo el comercio electrónico, por lo que no es de extrañar que empresas como Facebook, Instagram o hasta Pinterest hayan introducido herramientas de venta directa en sus plataformas.

Los usuarios pasan gran parte de su tiempo en las redes sociales por lo que facilitar las opciones de venta directa que ofrecen estas plataformas puede ser una gran palanca de venta. El usuario ve el producto en redes sociales y allí mismo tiene la opción de comprar el producto: fácil, directo y efectivo.